Esto es un bloque de nueve plantas formado por 48 módulos tridimensionales, producidos y equipados en fábrica, que permite reducir casi a la mitad el tiempo de ejecución de obras en comparación con una obra convencional.
La promoción incluye 40 viviendas en régimen de alquiler que se destinarán a jóvenes y familias monomarentales. En el sótano, en los bajos y en la primera planta se ubicará un equipamiento municipal.
Además de acortar los plazos, la producción industrializada permite reducir residuos y emisiones, más seguridad y una menor siniestralidad, y menos dependencia de las condiciones ambientales.
Barcelona contará con un parque público de 421 viviendas industrializadas en nueve promociones diferentes: 207 ya se han entregado, 54 forman parte de los alojamientos APROP, 51 se entregarán próximamente y 109 se encuentran en diferentes fases de ejecución.
El Ayuntamiento sigue apostando por el impulso a la construcción industrializada con el objetivo de incrementar el parque público de viviendas en la ciudad y acelerar el ritmo de construcción de una manera más sostenible. Así lo demuestra la nueva promoción de 40 viviendas públicas situada en la avenida del Carrilet, 22-24, en el distrito de Sants-Montjuïc, que levantará la parte modular en solo 10 días gracias a la colocación de 48 módulos tridimensionales que han sido producidos y equipados en fábrica. Una vez finalice el montaje de la segunda a la novena planta, se realizarán las instalaciones de suministro y los acabados finales de fachada, terrazas y cubiertas.
En total, el tiempo previsto de construcción de la promoción es de un año y medio, a contar desde que en marzo comenzaron los trabajos de producción de los módulos en la fábrica. Este plazo representa casi la mitad de lo que tarda en construirse una obra de este volumen con un método convencional. El inicio de fabricación de los módulos se inició este mes de marzo y se prevé que las viviendas se entreguen a finales del año 2026.
Para el teniente de alcaldía de Economía, Vivienda, Hacienda y Turismo, Jordi Valls, promociones industrializadas como esta demuestran la apuesta del Instituto Municipal de la Vivienda y la Rehabilitación de Barcelona «por ser uno de los motores de innovación dentro del ámbito del sector de la construcción de la ciudad». El teniente también ha añadido que para la ampliación del parque público de la vivienda en la ciudad es necesario «contar con suelo, dinero, la implicación del sector público y privado y del sector financiero, y también la productividad y la innovación en la construcción».
Ubicado en el barrio de la Bordeta, el edificio se encuentra en una isla delimitada por las calles Quetzal, de la Riera Blanca, la avenida del Carrilet y la Rambla de Badal donde el resto de edificaciones y espacios públicos son de reciente creación.
Se trata de un edificio de planta baja más nueve plantas. Las viviendas se encuentran entre la segunda y la novena planta, y en la planta sótano, baja y primera se ubicarán equipamientos municipales. Cada planta consta de cinco viviendas y en la planta primera se ubicarán los espacios comunitarios de las viviendas como un comedor con cocina, un espacio polivalente, una lavandería y una terraza; también cuatro salas para el equipamiento. En la planta baja habrá el acceso a las viviendas y al equipamiento, que contará con una recepción, una gran sala polivalente, y una sala de aparcamiento de bicicletas. Por su parte, el sótano contará con dos salas polivalentes y un patio con vegetación.
Del total de las 40 viviendas en régimen de alquiler, 24 serán de un dormitorio con la posibilidad de hacer un segundo, y el resto serán tipo estudio que permiten la creación de un dormitorio. Todos los pisos dispondrán de una terraza de aproximadamente 9 m2, excepto las ocho viviendas que hacen esquina, que tendrán una de 23 m2, que darán a la avenida del Carrilet.
Los módulos que forman las 40 viviendas se fabrican en una cadena de montaje y previamente han sido acondicionados y equipados con mobiliario de cocina y baño, ventanas e instalaciones, entre otros. Todas estas operaciones se realizan mientras los trabajos de obra se están ejecutando, logrando así un solapamiento de trabajos y reducción de tiempo en la construcción del edificio. Una vez finalizados los trabajos previos a la obra, se procede al transporte y montaje, que resulta extremadamente rápido. Dado que los módulos están ya equipados cuando llegan, la finalización del edificio es posible en un tiempo muy reducido.
Además, los trabajos en fábrica se han realizado en un entorno seguro, con procesos industriales estandarizados y protocolizados, y a nivel de suelo, de manera que se evita trabajar en altura y con una mayor capacidad de reducir riesgos laborales. Al mismo tiempo, el método industrial permite también reducir residuos y emisiones. Además, la menor dependencia de las condiciones ambientales y meteorológicas, ya que buena parte del proceso constructivo es en un lugar cerrado, contribuye a la reducción de plazos.
La promoción de la avenida del Carrilet es un proyecto diseñado por la UTE de arquitectos Vivas Arquitectos Barcelona SLP, Judith Crespo Rueda y Oihana Garcia Acin, y la obra corre a cargo de la UTE formada por Constructora del Cardoner y Constructora d’Aro. Esta última empresa, a través de su marca CompactHabit, es la responsable de la producción de los módulos tridimensionales, un método que por segunda vez se utiliza en edificios de viviendas de este tamaño en la ciudad. La inversión total es de más de 6,7 millones de euros.
Impulso a la promoción industrializada
Barcelona es la ciudad del Estado con más vivienda industrializada, hecho que demuestra la apuesta municipal por la vivienda pública industrializada con el objetivo de impulsar el crecimiento del parque de vivienda protegida en la ciudad. Este tipo de construcción, muy extendido en el norte de Europa, pero incipiente en nuestro país, permite automatizar procesos de diseño y producción y presenta varios beneficios en comparación con el sistema de construcción tradicional, además de la reducción de plazos y emisiones, la eficiencia, la seguridad laboral, la sostenibilidad y la trazabilidad y control de los materiales.
El concurso de las cuatro promociones de vivienda industrializada en Sant Martí es el más importante en este ámbito que ha impulsado el Ayuntamiento de Barcelona a través del IMHAB. En este concurso se han construido 151 viviendas que se han entregado a lo largo de este año, las de las promociones de Binèfar (24), Lola Iturbe (40), Pallars (42) y Marroc (45), esta última construida también por el mismo procedimiento de los módulos.
Esta no es la única experiencia municipal en este campo. En total, el paquete de viviendas producidas por procesos industrializados es de 421 pisos repartidos en nueve promociones diferentes. El precedente son los alojamientos temporales APROP, construidos a partir de contenedores de transporte marítimo de mercancías, que suman 12 pisos en el Gótico y 42 más en Glòries.
El pasado mes de mayo se entregaron 56 viviendas en régimen de alquiler para jóvenes en el ámbito de las antiguas Casernes de Sant Andreu, donde también se levantará una promoción de 69 pisos de alquiler social. Además, hay que incluir en este paquete el bloque A de la Illa Glòries, hecha con estructura de madera y métodos industrializados, que suma 51 nuevas viviendas que se destinarán a alquiler asequible y se entregarán próximamente.